El Garmin Barcelona de ayer reunió a 5.200 participantes en una prueba adictiva
El auge de las carreras populares se ha extendido definitivamente al triatlón.
Incluso con mayor intensidad.
El Garmin Barcelona Triathlon de
ayer en Barcelona alcanzó un récord en España de 5.200 participantes,
situándose ya como la quinta prueba más poblada del mundo en la
distancia olímpica (1.500 metros de natación, 40 kilómetros en bicicleta
y 10 de carrera).
El frente litoral y la calles que acogen
las carreras (Diagonal, hasta la plaza de las Glòries, en bici, y
Circunval·lació, Ciutadella y Arc de Triomf, a pie) quedaron cortados
desde las siete de la mañana hasta prácticamente las dos de la tarde
para dar cabida a la nueva fiebre, la que acompaña al triatlón.
Las
modalidades de promoción (como el esprint y superesprint, con
distancias más moderadas) y la introducción desde el año pasado de la
prueba de relevos han incentivado aún más la participación, que en tres
años se ha doblado. Un fenómeno que parece imparable.
Un reto personal
«El
triatlón engancha por el reto que supone combinar tres deportes»,
asegura Marcel Zamora, cinco veces ganador del Ironman de Niza y a quien
el triatlón olímpico se le hace un poco corto. «Dentro de los
fondistas, yo soy más resistente, y ellos, más explosivos», asegura
Zamora.
Acostumbrado a esfuerzos de más de ocho horas para cubrir
3.800 metros a nado, 180 en bicicleta y un maratón corriendo, las dos
horas que como mucho empleará mañana le sitúan en desventaja con
respecto a hombres como el doble campeón mundial Javier Gómez Noya.
Pese a su aparente dureza, el triatlón parece tener todos los ingredientes para crear adicción.
«Quien comienza a practicarlo, raramente lo deja. Es una mezcla de la
búsqueda de vida sana, de superar retos personales y de sacudirse el
estrés», afirma Pepe Navarro, representante en España de algunas
de la principales firmas de materiales, como las bicicletas Cervélo,
las ruedas Hed o los trajes de neopreno Sailfish.
Él es testigo de
primera mano del incremento de ventas de estos equipamientos, que se
acerca ya al 25% anual. Y eso que el material no es precisamente barato.
Alguien que debutó ayer en superesprint, con su bicicleta de
montaña, un neopreno de alquiler (25 euros), el mono, unas zapatillas de
correr, el casco, el chip, las gafas y el gorro de natación y la cinta
portadorsal, pudo participar por 1.350 euros, inscripción aparte (35
euros).
Si pretende hacerlo con mejor material (una bicicleta de
carretera con pedales automáticos y pulsómetro), la cifra se eleva a
unos 4.000 euros.
El material de Marcel Zamora, si lo tuviera que pagar él, sobrepasaría los 12.000 euros.
Pero el boom no tiene freno. Las licencias en España han pasado de unas 5.000 en el año 2000 a las 14.000 actuales.
«El
triatlón es un 3x1 dinámico, nada monótono, que engancha cuando lo
pruebas», asegura Oriol Granell, del equipo organizador del Garmin.
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Mis Sensaciones by Felipe Cuerpo:
Llegamos con la intención de realizar la prueba
Sprint (Swim 750 m, Bike 20 km, Run 5 km) que tenia prevista la salida a las 12:00h.
El
primer problema es encontrar la situación del sitio para colocar la
bicicleta (4205), entre unos dos mil sitios encontrarlo, no es fácil
aunque parezca que esté perfectamente señalizado.
Así que después de un rato encuentro mi pequeño lugar entre una multitud de bicicletas.
Salgo
a la playa para visualizar la salida y la llegada de natación, y hacer
un reconocimiento del terreno y me surge la primera duda,
¿Con o Sin neopreno?,
bastante calor unos 27 grados, la temperatura del agua suficiente, unos
20 grados, por lo tanto no es obligatorio, de todas manera como recibo
la visita de mi familia decido ponermelo que me lo vean puesto. Vuelvo
al post a recogerlo y a medio colocarlo para volver a la salida
SWIM
Me reuno con mis 400 compañeros de carrera que nos habia
tocado llevar el gorro amarillo, la sensación de conjunto, de
espectación, mirando la cuenta atrás del reloj, quedan todavia dos
minutos y el speaker nos informa del trayecto, debemos seguir recto
hasta la boya naranja con una franja blanca, rodearla por la derecha
hacia la izquierda, hasta cierto punto lógico y normal, llegar a la
segunda boya, y encarar la llegada .
Llega el momento, la
marabunta de 400 gorros amarillos y neoprenos negros salimos hacia el
mar, el chapoteo impresionante, me coloco a la izquierda del grupo en
dirección a la boya, voy avanzando, en la boya se concentra unos 200
nadadores por delante y otros 200 por detrás y en una franja de menos de
5 metros nos metemos todos, claro que las manos se cogen a la boya y la
apartamos a un lado, nunca antes habia tenido la sensación de ser una
sardinilla en un gran banco de peces.
Encaramos la dirección hacia
la otra boya, avanzando poco a poco a los demás corredores, en la
segunda boya ya hay menos nadadores hacemos el viraje en dirección a la
salida. Seguimos forzando poco a poco la marcha y llegamos a la arena
frente una multitud de amigos que nos jadean. El tiempo empleado fue
bastante correcto, (14 min 50 s). Durante la transición el llegar al
sitio, el quitarse el neopreno, y vestirse para la bicicleta etc...
Supuso casi 5 minutos.
BIKE
El turno de la bicicleta me parecía (erróneamente) mucho
más sencillo y más fácil, como pude comprobar, aunque tenía muy pocos
corredores por delante, pude apreciar que me pasaban muy deprisa por mi
lados, aunque todavia confiaba en mi ventaja y en que el paso por
delante de la salida en bicicleta aún habia corredores que salian, pude
comprobar que me rebasaban la mayoría.
Realmente esta parte me ha
resultado bastante angustiosa, ya que el uso correcto de las marchas y
del ritmo en el pedaleo en mi caso era muy inútil. Pero con paciencia
pude finalizar la segunda vuelta comprobando que todos los demás
corredores me iban pasando tranquilamente.
La transición de la bicicleta a la carrera a pie fue bastante rápida
gracias a que ya estaba vestido para la ocasión, solo tuve que dejar la
bici en su sitio y seguir.
RUN
Por supuesto, después de una angustiosa pedaleada, las ganas
de hacer los 5 km restantes daban mucho que desear, de todas maneras
relajando la mente y siguiendo el ritmo pude comprobar que pude hacerlo
sin problemas, a un ritmo relativamente bajo aunque para mí suficiente.
El trayecto que volteaba el paseo central de las torres de la villa
olímpica se hizo muy pesado, aunque el ritmo de los demás compañeros era
muy parecido al mío cosa que animaba bastante para seguir hasta el
final.
FIN
Si tenemos que poner una nota orientativa de la prueba sería: 0,75 (1-1249/1351) por deportes sería:
Swim 9,2 (1-107/1351) Bike 0,2 (1-1318/1351) Run 0,5 (1-1279/1351)
He forzado en la Natación, obteniendo un buen resultado, pero lo he pagado en la bicicleta y en la carrera a pie.
La
llegada la atravesaba a 1H 45 min. Un tiempo relativamente correcto
para mí por ser la primera vez que la hacia, me he dado cuenta que la
parte de la bicicleta que en la que confiaba no ha sido del todo
efectiva, de todas maneras es cuestión de ánimo y entreno,
NO SE TRATA DE GANAR, SE TRATA DE DISFRUTAR.